Interview About Poetry (Spanish)
Entrevista sobre poesía (Español)


Anwar Al-Ghassani

Sobre la poesía

(Entrevistado por Cristina Izquierdo Flores – abril 2009)

Nota:
Esta es una entrevista protocolaria, tipo pregunta-respuesta. Aunque me hubiera gustado cambiar la formulación y la secuencia de las preguntas decidí no efectuar cambio y dejar las preguntas como están. He tratado de dar respuestas cortas y concisas.)

 

Cristina Izquierdo Flores: ¿Qué es un poeta?

Anwar Al-Ghassani:  Un poeta es un artista que expresa lo manifiesto del mundo y la esencia de fenómenos y eventos de la vida mediante palabras, imágenes, sonidos, ritmos, rimas y otros medios. La poesía no es un arte refinado: el poeta intenta conectarse con lo primario, lo original, lo no cultivado, lo primitivo, lo inicial, lo inmaculado y prístino, donde está la esencia de la vida y de todas las cosas en el universo macro y en los microuniversos.

El poeta es una persona con apego a la vida. El amor absoluto por la vida es el contenido de su relación con ésta.

Aunque la poesía es una actividad subjetiva, el poeta no se preocupa por su persona, sino por el prójimo, por la naturaleza y el destino del planeta y del universo. En esto radica el significado moral y ético de su trabajo. En este sentido, el poeta tiene algo del espíritu de los profetas.

El poeta presenta su visión como belleza que se apoya en la tradición poética que él respeta, pero a la vez la trata como un límite que hay que superar continuamente. Por esto su poesía es siempre belleza recreada cada vez de nuevo y así el poeta es un rebelde eterno y amable.

CIF: ¿La creatividad se hace o se nace? ¿Por qué?

AA:  Hay un componente genético-biológico que el poeta recibe de sus ancestros, y hay un componente adquirido a través del aprendizaje, la experiencia y la cultura en cuyo contexto nace, crece y madura.
El llamado talento es esencial, pero no es suficiente para poder producir obras poéticas. Es necesario saber estructurar una obra y así permitir que el talento llegue a validarse.

CIF: ¿Cuál fue el primer poema que escribió?

AA:  Yo empecé escribiendo cuentos, probablemente cuando tenía 10 o12 años. Cuando tenía quince años  publiqué mi primer cuento. Esta actividad continuó por unos diez años antes de que llegara el momento de escribir y publicar lo que puedo considerar mi primer poema. Era un poema en prosa de varias secciones titulado “Reflexiones en setiembre 1964”.  En aquella fecha tenía veintisiete años y trabajaba como periodista y traductor en la prensa de Bagdad.

CIF: ¿Cuál es su mejor poema? ¿Por qué?

AA: No puedo decir que haya un poema que es el mejor. Hay poemas que yo vuelvo a leer a menudo, otros de vez en cuando y otros que casi no he vuelto a leer.
Además, el tiempo es un filtro. En el transcurso de los años hay poemas que quedan en la memoria de los lectores, otros son olvidados. Después de décadas y siglos lo que podría quedar en la memoria y atención colectiva son pocos poetas, y de éstos solamente unos poemas si son buenos. El resto de poetas y poemas serán olvidados.

CIF: ¿Cuáles son sus inspiraciones para sus poemas?

AA:  Esta pregunta es ambigua. La palabra “inspiración” no me dice mucho. Una respuesta, también ambigua e insatisfactoria, podría ser que la vida es la fuente de mi poesía.

¿En qué lugar le gusta más escribir?

AA:  En cualquier lugar. Condición: tengo que estar solo, es decir, sin interrupciones de otras personas. Hay lugares y circunstancias que son más adecuadas que otras. Necesito estar solo pero preferiblemente no muy alejado de las otras personas o de su tejemaneje cotidiano. Me gusta ver a las personas mientras escribo. Los café son lugares ideales, también los buses y aviones. Pero hay también otras situaciones, por ejemplo, estoy a punto de dormir y me ocurre una idea de un poema o de una línea, entonces me levanto para anotar la idea. Hay también poemas que escribo directamente en la computadora.

CIF: Usted es miembro del núcleo del movimiento “Grupo de Kirkuk” y de “Generación de los Sesenta”, dos de los más influyentes movimientos literarios en Irak y el mundo árabe. ¿Cree usted que la poesía puede generar cambios en una sociedad?

AA:  La poesía no puede generar cambios como lo harán la política, economía, los proyectos y planes aplicados en diferentes aspectos de la vida de la sociedad. La poesía es un elemento en la cultura y solo indirectamente puede contribuir a purificar el alma humana, hacer a las personas más cultas y humanas.

CIF: Por ser un activista político fue arrestado en dos ocasiones, ¿cree que eso le dio una gama más amplia de experiencias para escribir poesía o más bien es un tema que no desea recordar escribiendo?

AA:  Fueron unas experiencias duras, dolorosas, ricas e importantes, pero no son las experiencias más decisivas de mi vida y producción poética. Tampoco son un tema que evite tratar. Hay reflejos de estas experiencias en muchos de mis poemas. Pero la influencia de estas experiencias negativas sobre mi vida es mínima.

La experiencia más decisiva que está en el centro de mi vida es el amor que he recibido y sigo recibiendo de mis familiares, mi esposa Ana Mercedes y mis hijos Manuel Salam y Munira Cristina y familiares en Iraq, mis amigos y amigas, mis maestros y profesores, mis estudiantes, de los maravillosos hombres y mujeres que conocí en Iraq y otros países y culturas. Este amor y aprecio es una riqueza inigualable. Soy una persona que he tenido mucha suerte en la vida.

CIF: ¿Qué opina sobre la situación actual de Irak?

AA:  Es una tragedia. Tarde o temprano, estoy seguro que los iraquíes lo van a superar como lo han hecho muchas veces a través de su historia milenaria.

CIF: ¿Cuál es su poema favorito?

AA:  De mi poemas, no tengo uno que pueda decir que es mi poema favorito. De la poesía de otros, hay muchos poemas de decenas de poetas que amo y aprecio.